En 1957, Albert Camus fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura. En aquel momento, el escritor contaba con cuarenta y cuatro años de edad; sin embargo, eso no fue obstáculo para que la segunda persona de la que se acordara ―tras su madre― fuera de Louis Germain, su maestro en una escuela elemental de Argel.
Colin Marshall firma un breve pero interesantísimo artículo al respecto para la fantástica web cultural Open Culture. En él, aparte de incluir un enlace con la grabación original del discurso de aceptación pronunciado por Camus en Estocolmo, se reproduce el texto de la carta de agradecimiento que le envió a su viejo profesor. Como la misiva original fue escrita en francés y Open Culture la publica en inglés, me he tomado la libertad de traducirla yo mismo al castellano:
19 de noviembre de 1957.
Querido Sr. Germain:
He dejado que la conmoción que me ha rodeado estos días se haya atenuado un poco antes de hablarle desde el fondo de mi corazón. Se me ha concedido un honor demasiado grande, un honor que nunca busqué ni reclamé.
Pero cuando escuché la noticia, mi primer pensamiento, después de para mi madre, fue para usted. Sin usted, sin la mano cariñosa que ofreció al pobre niño pequeño que yo era, sin sus enseñanzas y el ejemplo que me brindó, nada de esto hubiese ocurrido.
Sé que no debo exagerar demasiado la importancia de esta clase de honores. Pero al menos me concede la ocasión para transmitirle lo que usted ha sido y sigue siendo para mí, y para asegurarle que su denuedo, su trabajo y el corazón generoso que empleó en todo ello todavía vive en uno de sus pequeños alumnos que, a pesar del paso de los años, nunca ha dejado de ser su discípulo agradecido. Reciba un abrazo con todo mi corazón.
Albert Camus
Podéis consultar el artículo completo a través del siguiente enlace: